Probablemente usted es de los que les temen a las agujas y prefiere soportar cualquier enfermedad o curarla lentamente con analgésicos administrados por vía oral.
Pero tranquilo, la terapia neural es una de las pocas técnicas que trabaja con inyecciones pero no produce dolor; por el contrario, lo elimina en algunos casos de manera inmediata.
Consiste en añadir pequeñas cantidades de procaína (un centimetro cubico) con agujas alemanas especiales para terapia neural o agujas de odontología; la procaína es un anestésico local de baja potencia, familiar de la xilocaína, que no busca servir de anestésico en la parte que se aplica, sino que reactiva la función eléctrica de las células.
LA TERAPIA HUNEKE
-Este es el nombre original de la terapia neural en honor a sus descubridores: Ferdinand y Walter Huneke, dos hermanos médicos alemanes que gracias a un error lograron curar de una constante jaqueca a su hermana por medio de la aplicación de un anestésico que para muchos hasta ese momento era desconocido.
-Colombia se hizo acreedora a los conocimientos por medio del doctor Germán Duque Mejía, cuyo nombre -a pesar de su muerte acaecida el 16 de febrero de 1991- forma parte del listado de pioneros de dicha terapia en nuestro país, al lado de especialistas como el doctor Jorge Piñeros Corpas, director de la Clínica Juan N. Corpas.
TERAPIA PARA TODOS
-Terapia neural superficial: como su nombre lo indica incluye solamente el terreno de la piel en cualquier parte del cuerpo.
-Terapia neural intermedia: se utiliza en tejidos un poco más profundos, por ejemplo articulaciones, músculos.
-Terapia neural profunda: actúa en sitios donde se encuentran venas, vasos, y arterias.
-No existe límite de edad para aplicar dicha terapia: Desde un recién nacido hasta una persona de edad avanzada, puede contar con este tratamiento.
-No tiene ninguna contraindicación ni siquiera para mujeres embarazadas o los pacientes que sufren del corazón, considerados los de mayor riesgo dentro de la medicina convencional.
-Sirve de coadyuvante en los tratamientos paliativos de enfermedades como cáncer y sida, pero en estos casos no reemplaza la terapia con fármacos que estos pacientes deben recibir.
-Sinusitis, rinitis, úlceras, hernias, asma, apendicitis, bursitis, gripas, jaquecas, migrañas, estreñimiento, reflujos, ciática, traumas óseos, miopía, quistes de seno y de ovarios, neuralgias, artritis, impotencia, son algunas de las enfermedades curables por medio de la terapia neural. Sin embargo, esta no es la panacea de la medicina y la "curalotodo". Surge como una opción de curación, una esperanza para aquellos síntomas que no han encontrado alivio en los procedimientos convencionales.
EL HOMBRE: UN SER ELÉCTRICO
Quienes practican las medicinas no farmacológicas parten del principio según el cual el hombre no es algo que pueda desmembrarse, sino que por el contrario es un todo integral donde los sistemas actúan entre sí y la enfermedad puede traducirse como un desequilibrio en todo.
Además, consideran al ser humano como un compuesto de altísimo porcentaje de energía que muchas veces puede tener un "bajonazo" y que necesita ser "reactivado".
Precisamente esto es lo que hace la terapia neural, producir un cambio en el potencial eléctrico de la célula: para que una célula sea sana debe tener cierto potencial eléctrico (digamos uno 90 milivoltios), de modo que algún dolor o enfermedad es síntoma de que dicho potencial está en veinte, quince o diez, y eso hace que se perturben varias funciones de la célula.
Por ejemplo, se trastornan sus funciones de defenderse contra bacterias y virus y además ya no produce la misma cantidad de sustancias que ella elabora para otras zonas del organismo. Por esa razón, al aplicar la procaína la célula se reactiva y modifica el dolor hasta hacerlo desaparecer.